La
película, apoyada por la Fundación Vicente Ferrer, se centra en los
últimos treinta años de Vicente Ferrer. La historia comienza con su
regreso a la India en 1969, después de un exilio obligado a España.
A
sus 50 años, acompañado por un reducido grupo de colaboradores,
entre los que se encuentra Anne Perry, su futura esposa, vuelve casi
de puntillas a un país que sentía como suyo. Con una humildad
asombrosa en alguien que ya era mundialmente conocido como el santo
de Manmad, vuelve a empezar desde cero.
Vicente
Ferrer narra este viaje a través de los ojos del hombre, pero
también, y de forma muy especial, de Anne Perry, compañera, socia y
heredera de la Fundación que lleva el nombre de su marido.